lunes, 30 de enero de 2012

El Solitario

Hoy, mientras paseaba por el largo y frío paseo marítimo, me he puesto a pensar en muchas cosas, pero una de ellas me llamó especialmente la atención, lo que me hizo que centrara mi atención en aquello.


Me puse a reflexionar sobre la soledad, pero no en la mía personal, pensé en la soledad que todos sentimos en algún momento y dije "¿por qué a veces nos sentimos solos en el mundo?", si hay más de 7 mil millones de humanos. Pues bien, nosotros, seres ambiciosos, queremos que en todo momento estén con nosotros todas esas personas que apreciamos (aunque, reconozcamos, algunas las apreciamos por momentos). Así que, aunque habiendo tantas y tantas personas, no estamos contentos si no se encuentra a nuestro lado esa persona a la que tanto queremos tener cerca...


Y para no divagar demasiado, queridas personas, ¿por qué nos empeñamos en buscar mucha más vida más allá de nuestro planeta cuando, habiendo tantos humanos, nos sentimos solos si nos falta una persona?.
¿Aprecio?, ¿cariño?, ¿amor?, ¿será por eso?, ¿o es que simplemente no apreciamos la compañía global porque nuestra avaricia natural solo apreciará la compañía de esa persona en especial?


Demasiadas preguntas he hecho sobre un tema, sobre un simple hecho que todos padecemos, pero que todos podemos dar una respuesta distinta, y aún con tantas respuestas, nunca encontraremos la que nos responda satisfactoriamente, y si se quedara solo en eso... pero cuánto más ansiamos una respuesta, más preguntas aparecerán, preguntas, preguntas sin respuesta que siempre perdurarán en la memoria humana.

sábado, 28 de enero de 2012

El Desconocido

Me encuentro aquí, sentado en un blanco banco del parque, mirando las verdes hojas del césped, y tengo a un señor sentado a mi lado, un señor al cual desconozco, y eso me ha hecho pensar, porque yo, que quiero conocer todo este mundo, yo, que quiero conocer tantos países, tantas ciudades, tantas historias y culturas distintas... Y sin embargo, desconozco a este señor que tengo a mi lado... 


Me afano, corrijo, nos afanamos por conocer todo los límites que van más allá de nuestra vista, queremos conocer la vida que se puede esconder más allá de nuestro sistema solar, de nuestra galaxia, y ni si quiera conocemos a las personas que se sientan a nuestro lado, a las personas que andan junto a nosotros en la calle, a los que se encuentran al otro lado de nuestra pared... Queremos conocer todo aquello que no hemos visto aún, pero ni si quiera nos interesa lo que tenemos al lado, porque, sinceramente, yo no conozco la vida de este señor que se sienta junto a mí, pero he de reconocer que tampoco me interesa, ni a vosotros os interesa la vida de quienes caminan por las calles de nuestras ciudades, ni de quienes se sientan detrás tuya en el autobús, pudiendo tener esas personas serios problemas, problemas que no serán mostrados al mundo, pudiendo ser esa persona un criminal, o pudiendo ser la mejor persona que conozcamos en nuestra vida...


En fin, si lo resumo todo, mi pensamiento se queda en que nosotros, humanos todos, nos interesamos en conocer aquello que escapa a nuestros límites, pero no queremos conocer a las personas que viven junto a nosotros, a veces, evitando conocerles.