domingo, 2 de diciembre de 2012

Testamento

Acuérdate mi nombre pues es el nombre de un loco, un loco que cambiará el mundo. Recuerda mi cara, es la cara que verás sonreír al morir, pues moriré dejando un mundo libre. Y si no me crees, el futuro hablará por mí, debido a que el futuro no es más que el testimonio de lo que hoy haga aquí. Dejaré una carta escrita en la cual mi historia pueda ser leída, pero esa carta será escrita por el mundo y no por mí, yo tengo cosas que hacer ahora.

El mundo necesita un cambio, y si nadie está dispuesto a cambiarlo, ¡yo lo haré!

Sin miedo a represalias ni a consecuencias, sin ansias de poder, sin ansias de gobernar, solo un sentimiento de cambiar, yo creo en mí, y mi fe es lo suficientemente grande como para no necesitar nada más.

¿Será un cambio a mejor?, eso no depende de mí, yo os he prometido un cambio, pero que vaya a mejor o a peor no será cosa mía, dependerá de vosotros. Yo muevo la ficha, vosotros disponéis de las casillas del tablero.

Soy un simple peón que no quiso llegar hasta el borde y cambiar. Soy un simple peón que quiere cambiar cada casilla del blanco al negro, del negro al blanco, para después poder pintarlas como cada uno quiera hacerlo.

Yo no pienso vivir para siempre, pero sí quedará algo de mí. Cuando yo no esté... el pasado hablará de mí, el presenta presentará lo que fui y el futuro os recordará lo que hice.

Acuérdate de mí como una persona entre otras, pues a pesar de cambiar el mundo, no perderé mi humanidad.

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