miércoles, 2 de enero de 2013

Sangre desatada

"Llevo una sangre maldita desde hace siglos..."

Y soy castigado por ello. No ven en mí una persona, si no un asesino más, sin moral ni piedad. Je... ¿Lo soy?

He matado, lo confieso, pero eran ellos o yo. No existe la "muerte justificada", pero solo di muerte a los que querían ver mi cabeza separada de mi cuerpo y lo demostraron. Vale, vale, soy un asesino, pero eso me ha salvado la vida. Aún no tengo justificación, ¿eh?, vale, vale, lo entiendo.

Antes de apuñalarme y atravesarme con vuestras balas, por favor, pensad un momento, mi último deseo. Me queréis ver muerto por cosas más allá de las muertes, ¿no?, no me queréis a mí en una tumba, queréis a mi sangre, mi linaje... El demonio que vive en mi herencia. Pues bien, no cambiaré mi juicio ni veredicto con vosotros, intentáis matarme, como tantos...

No duermo bien desde que segué la primera alma, es lo cierto, ¿creéis que matar es una afición para mí?, es una espina que se va clavando cada día más en mi alma ya desgarrada.

Queréis una muerte y un demonio expulsado, ¿verdad?... No lo tendréis gratis.

Tal vez el loco sea yo, pero me enfrento a un mundo que me acusa de asesino, cuando solo salvé mi vida de otros asesinos. He acabado con vidas para seguir viviendo. Hmm... ¿Tal vez es que me quiera demasiado? No, no lo es.

Está bien, está bien, queréis mi muerte y con ella el fin de un demonio, pues adelante, aquí me tenéis.

...

Ah, una cosilla antes de nada... La justicia moral será igual para todos, y como yo, al matarme a mí, un asesino, os uniréis al club, ¿eh?, je...


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